Sea cual sea el trabajo que realicen salvo raras excepciones los caballos pueden vivir y trabajar sin hierros. Los cascos se adaptan a casi todas las circunstancias que sean estas en box o bien en paddock o campos, con un poco de higiene y unas mínimas condiciones a esa nueva circunstancia el caballo vive y trabaja perfectamente sin herraduras.
Tener un caballo descalzo es un valor añadido en casos particulares como el raid o trec, los caballos de doma o en los trotones el despalme natural es válido, también para enganche, salto y hasta completo al más alto nivel, disciplina donde existen numerosos caballos compitiendo descalzos.
A modo resumido tener o mantener un caballo descalzo va a permitir a los cascos reencontrar de una manera óptima todas sus funciones y estas son numerosas e increíbles.
Estamos acostumbrados a pensar en el casco como una cápsula dura, insensible exterior que envuelve y protege la tercera falange (también llamado tejuelo , la falange distal, la tercera falange, o simplemente P3) pero esto está muy lejos de la realidad . El hecho es, que el casco tiene un importante papel en la locomoción más allá de meramente la base de apoyo para la extremidad y la protección de la tercera falange de una lesión.
Los cascos son unos perfectos amortiguadores que al posarse en el suelo con sus movimientos , aperturas y contracciones aliviaran en gran medida a ligamentos , tendones y huesos de la pierna , también participan activamente en el sistema cardiovascular del caballo donde aquí el casco y sus estructuras juegan un rol de bomba, pequeño corazón que envía sangre ayudando a los esfuerzos cardiovasculares del animal asimismo debido a que está fuertemente vascularizado efectúa un eficaz sistema de filtrado .
Pero no es solo esta pequeña definición lo que resume las funciones biológicas del casco , gracias al movimiento Barehoof se empezaron hace una década una serie de nuevas investigaciones sobre la estructura interna , el crecimiento , las partes sensitivas del casco y la gestión de los impactos además de importantes avances en la comprensión de afecciones entre ellas la infosura y su tratamiento. Hoy gracias a estos avances y comprensión podemos tratar los cascos con técnicas no invasivas con todas las garantías.
El casco es como una caja sensorial, recientes estudios y trabajos en curso por el Dr. Robert Bowker, un anatomista veterinario emplazado en Michigan State University, ha revelado datos fascinantes sobre la inervación en el pie del caballo .Los diferentes tejidos blandos en la base de la almohadilla digital se encuentran abundantemente provistos de receptores sensoriales, terminaciones nerviosas especializadas que transmiten información al SNC (sistema nervioso central) a través de nervios sensoriales, pero esto es otro tema que daría para un artículo en sí .
La gran sorpresa y motivo de estudio era precisamente la calidad de cascos de estos animales que recorrían grandes distancias al día , por terrenos muy variados en gran parte cubiertos por rocas y piedras .Había una constante en todos ellos , una suela cóncava , una ranilla ancha y fuerte , talones a la altura de la suela y una pinza corta.
Un herrador se decide a tener otra manera de herrar y despalmar el casco, y los demás abandonan definitivamente las herraduras para siempre, así es como encuentran a una veterinaria Dr. Hiltrud Strasser que posee una clínica para el tratamiento de patologías de los cascos desde hace 20 años.
Estos herradores y veterinarios, hoy en día mucho más numerosos que los citados surge la aceptación y convicción de que los caballos domesticados, pueden perfectamente estar sin herraduras con unos cuidados especiales proporcionándoles un modo de vida mucho más natural y capaces de hacer y estar en las competiciones en todas las modalidades existentes.
Todo el mundo más o menos lo sabe, veterinarios, herradores, profesionales. Las herraduras son dañinas para el casco pero hay un conocido dicho que parece excusar de cuajo esta tradición de poner hierros a los cascos, se dice que es “un mal necesario” y estrechamente ligado a este se dice que “sin pie no hay caballo”, hoy ya casi por tradición se podría decir que sin herraduras no hay caballo…
La mayor parte de los propietarios de caballos esperan a la catástrofe antes de interesarse por el Barefoot, cuando el herrador o el veterinario
se quedan ya cortos en sus soluciones delante de síndromes naviculares, o laminitis de ultimo grado, cojeras incurables cuando las técnicas llamadas “tradicionales” han agotado ya las posibilidades de sanar lo «enfermo» , herraduras clásicas , herraduras ortopédicas etc. Cuando la solución a veces propuesta y tantas veces practicada como la eutanasia se presenta, el dejar los caballos descalzos es la última de sus esperanzas, …
Fuente: Caballos descalzos(Rafa Caparrós)